PUEBLO DEVOTO DE SU VIRGEN DE LA SIERRA

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¿CÓMO ES MARÍA?.- María, con su vida ejemplar, nos muestra la vocación que debemos tener. María es la criatura perfecta a los ojos de Dios, es la figura y la Madre de la Iglesia. Podemos confiar en Élla. Dios hace de nosotros sus hijos. Recurrimos a María, no sólo para honrarla y pedirle alguna gracia o ayuda espiritual, sino también cuando hemos manchado el alma con alguna culpa; para que nos ayude a purificarnos.

VOCACIÓN MARIANA.- Por nuestra vocación mariana acudimos a María como hacen los niños con su madre, cuando vuelven de la escuela a pedir la comida, y decir que han sido buenos en clase; y también cuando se han manchado la ropa o la han roto subiendo a un árbol o jugando con los amigos. En estos casos dolorosos siempre acude a la madre quien limpia al niño, le lava los vestidos y le da ropa limpia. Así debemos comportarnos con la Virgen que es nuestra Madre Celestial.

¿Quién de nosotros en un momento de apuro o de agobio, no ha exclamado… ¡Madre mía de la Sierra!…, invocando amparo a nuestra Madre Celestial?. Espontáneamente acudimos a Élla como Madre y como Reina. Como Madre porque Élla es nuestro mayor consuelo, y como Reina por que confiamos en que solucione nuestros problemas. Esta manifestación de amor y de fe por la Santísima Virgen de la Sierra es un sentimiento inherente a cada uno que brota de lo íntimo y que lo vivimos en el seno de nuestros hogares. Porque, si hacemos historia del tiempo que nuestra Celeste Patrona lleva con el pueblo de Villarrubia, vemos que todo ese tiempo está reinando en el corazón de todos y cada uno de nosotros, y que siempre la hemos glorificado. Contemplar su Imagen es vivir el desfile de la historia de nuestro pueblo, es empaparse de la savia que durante tanto tiempo fecundó sus hogares, llenándose de Fe en Élla bajo la protección de su mirada.

Desde tiempos remotos, ante diversas circunstancias de peligro o aflicciones de cualquier tipo, ya sean espirituales o físicas, recurrimos a la Virgen en petición de ayuda o en señal de gratitud. Para ello ofrecemos diversas muestras de compromiso a quien tiene el poder sobrenatural.

La liturgia de la devoción que profesa el pueblo de Villarrubia a la Virgen de la Sierra es muy amplia. Para que interceda por nosotros ante su Hijo, Jesucristo, tenemos varias formas de expresarle nuestros deseos y agradecimiento por los favores recibidos. Nuestro pueblo celebra fiestas en su honor; le canta canciones; le recita poemas; le manifiesta su devoción con plegarias y promesas, y mantiene viva la fe en que sus peticiones a la Virgen van a ser atendidas.

Por la brevedad de este espacio, en este trabajo nos vamos a ocupar de la devoción mariana referida a algunas oraciones, promesas y ofrecimientos.

ORACIONES.- Estas manifestaciones de fe son un acto de voluntad propia, que nos reconforta, con un efecto de seguridad y satisfacción, en la confianza de que nuestra petición será atendida e integrada en los planes y designios del Dios Padre Todo Poderoso. Estos actos de fe tienen connotaciones de gratitud, de alabanza y de glorificación por los dones recibidos.

Novena a María Santísima de la Sierra.- Breve resumen del modo de hacer esta novena. Para cada uno de los días del novenario hay una Oración para todos los días hay un Acto de Contrición, una Oración al Padre, una Oración a la Virgen de la Sierra, y una Oración Final. La Contrición es un acto de arrepentimiento de las ofensas al Señor, invocándole a la Virgen su intercesión para el perdón de estas ofensas. La Oración al Padre es un obsequio al Dios Padre Todopoderoso por haber atendido la mediación de la Virgen de la Sierra en justa gratitud a los beneficios recibidos por su intercesión. La Oración a la Virgen es una petición de ayuda para que refuerce nuestra fe en el Altísimo y que estemos siempre en gracia de Dios. La Oración final es una plegaria de alabanza por la misericordia y el poder ejercido.

Salve cantada y rezada a la Virgen de la Sierra.- Es una antigua y dulcísima plegaria que en sus orígenes, en el siglo XII, fue una antífona de las fiestas de la Asunción, Purificación, Anunciación y Natividad de la Virgen, las cuatro fiestas más antiguas de María Santísima. Es la tradicional oración rezada, por antonomasia, y como plegaria solemnemente cantada a la Virgen de la Sierra. Creo que es una forma peculiar villarrubiera de cantarle a la Virgen, que resulta muy emocionante.

La Salve Glosada.- Cogida de un tratado de poesías religiosas, obra original de P. Valencina, dedicada a La Divina Pastora, que me permití adaptarla a la Virgen de Lourdes, y fue publicada en la Hoja Dominical «Con Vosotros», el 9-8-98. Es una profunda plegaria que ahora me permito aprovechar estas líneas para dedicársela a nuestra querida Patrona.

LA SALVE, GLOSADA A LA VIRGEN DE LA RIERRA

Tú nos das, dulce Señora, Que si al feliz mortal

un rayo de luz sagrada, miran tus ojos piadosos

y este siervo, que te adora, con cariño maternal,

te dice con voz sonora; el Juez y su tribunal

¡Dios te Salve, Reina amada! serán misericordiosos.

Virgen de la Sierra mía, Así obtendremos victoria,

Tu eres la paz y concordia, se enmendará nuestro yerro,

trono de sabiduría, y será cosa notoria,

hermosísima María, ir a gozar de la gloria

Madre de misericordia. Después de aqueste destierro.

Tú eres la rosa más pura La cruz que es aquí pesada,

que se crió en el Edén; con gloria de eterna luz

¡Oh tipo de la hermosura! será allí galardonada,

¡Oh madre del sumo Bien! y entonces, Señora amada,

Tú eres mi vida y dulzura. Muéstranos a tu Jesús.

Tú, brillantísima Aurora, A Jesús, bien infinito,

eres mi sabia Maestra, para el mortal que se encuentre

tú, mi amable protectora, con el corazón contrito;

y en fin, Divina Señora, a Jesús, fruto bendito

tú eres la esperanza nuestra. de tu purísimo vientre.

Los que amor te profesamos, ¿Qué más, Señora amorosa?

dulce Virgen de la Sierra, ¿Qué más, Virgen te diré?

somos, sí, virgenserranos; ¡Oh María venturosa!

y con voz clara en la tierra, tu clemencia imitaré,

¡Dios te salve! A tí clamamos. ¡Oh clemente! Y ¡oh piadosa!

Bálsamo de nuestros males No habrá quien de tí me aparte,

en este lugar de prueba, porque toda mi alegría

son tus ojos divinales está en quererte y amarte

para los tristes mortales y en todo trance llamarte,

Desterrados hijos de Eva. ¡Oh dulce Virgen María!

Así, pues, todos confiamos ¡Oh celestial bienhechora!

en tí, Virgen de la Sierra, ¡Oh dulce Madre de Dios!

y tu protección clamamos ¡Oh Zagala encantadora!

con ansia desde esta tierra, divinísima Señora

Señora, a tí suspiramos. Ruega, Señora, por nos.

¡Villarrubia tiene suerte! Al oír mi triste voz,

Contigo vamos marchando, no dejes, no, de escucharme;

y encantados de tenerte, quiero correr de tí en pos,

dichosos de poder verte, tú no ceses de ampararme,

vamos gimiendo y llorando. ¡Oh santa Madre de Dios!

Ahuyenta nuestros temores, Por nuestro común pecado

haz que tu grey no desmaye nosotros somos indignos

y aliméntala con flores de morar junto a tu lado;

de virtud en este valle más ruega a tu Hijo amado

de lágrimas y dolores. Para que seamos dignos.

Tu belleza encantadora Que si tú, cual te rogamos,

nos transporta de alegría, por nosotros te interesas,

tu beldad nos enamora, como de tí lo esperamos;

tuyos somos, Virgen pía, haremos cuanto podamos

Ea, pues, tuyos, Señora. Para alcanzar las promesas.

En el día del juicio Y con piedad y con fe

ponnos contigo a la diestra, y con amor nunca visto,

dándonos seguro indicio aunque brame el Anticristo

de tener al Juez propicio, seremos ovejas de

siendo la Abogada nuestra. Nuestro Señor Jesucristo.

Y aunque el Juez se muestre airado En fin, divina Señora,

con severidad y enojos, delicia del mismo Edén,

porque al fin hemos pecado; sé tú nuestra protectora,

aunque esté muy enojado, y en nuestra última hora

vuelve a nosotros tus ojos. llévanos al cielo. Amén.

Salve Regina.- Es una de las más importantes antífonas de la Iglesia latina. Su origen se remonta al final del primer milenio de la era cristiana. Aunque parece que San Bernardo, en la Nochebuena de 1146, al finalizar la antifonía con tan extraordinaria devoción que tenía a la Virgen, arrodillándose tres veces, pronunció la triple invocación de clemencia, piedad y dulzura, que desde entonces, la Salve Regina quedó de la forma ya conocida.

Avemaría.- Oración de alabanza y de ruego que se dirige a la Virgen, compuesta de las palabras, con las que el arcángel San Gabriel saludó a María, con las que le dijo su prima Santa Isabel, y se completa con el Santa María que le añadió la Iglesia en el siglo XIV.

Corona-Rosario.- Es una Oración rezada exclusivamente a la Virgen de la sierra, que considero no es muy conocida de sus fieles. Es un acto de desagravio a la Virgen y es una plegaria que está basada en el Rosario que instituyera Santo Domingo de Guzmán, en que se conmemoran los quince misterios de la vida de Nuestro Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, y que, según la tradición histórica, es una revelación de la Virgen María a Santo Domingo, que lo divulgó con sus predicaciones. Se divide en tres partes, que corresponden a los misterios de Gozo, de Dolor y de Gloria, y por lo común se reza sólo una parte cada día (Gozosos: Lunes y Jueves; Dolorosos: Martes y Viernes; y Gloriosos: Miércoles, Sábados y Domingos). Empieza cada Misterio con un ofrecimiento constante del devoto a la Virgen de la Sierra, y finaliza invocándole amparo e iluminación para que le guíe por buen camino. Así es la Corona-Rosario: Madre mía de la Sierra, yo quiero servir con Vos. Vos me pagaréis como Madre de Dios, y como Gran Señora; yo os serviré como gran pecador/a (Sustituye al Padrenuestro). Cómo os diré que mejor os agrade: ¡Virgen y Madre de Dios! (Sustituye al Avemaría y se repite diez veces). Sustituyendo al Gloriapatri: ¡Madre mía de la Sierra! Ampárame. ¡Madre mía de la Sierra!. Ilumíname. ¡Madre mía de la Sierra!. Guíame por buen camino. Finaliza el misterio rezando una Salve. Y así Segundo, Tercero, Cuarto y Quinto Misterio.

VOTIVOS.- Cuando por los avatares de la vida surgen momentos con carácter de tragedia, si ésta tiene un final feliz, se hace a la Virgen un ofrecimiento de sacrificio que a veces puede resultar físicamente penoso y entrañar cierta dificultad realizarlo. Estos sacrificios pueden ser variados. Algunos ofrecimientos no revisten mucha dificultad llevarlos a cabo, dependiendo de la edad de la persona, y el objeto del sacrificio, como ir andando al Santuario. Otras promesas pueden ser más dificultosas, como ir andando descalzos, o ir andando de rodillas todo el camino o algún tramo hasta la Ermita.

El pueblo de Villarubia, en general, tácitamente tiene votado traer a la Virgen de la Sierra, su Patrona, para celebrar en su honor las fiestas de Septiembre y, una vez concluidas, pasados unos meses, llevarla al Santuario. Estos traslados, como todos sabemos, se hacen andando y la Imagen en sus andas se trae y se lleva a hombros. Ahí tenemos un voto colectivo. A título personal, también existe el compromiso de peregrinar a su Santuario para traerla y llevarla andando mientras físicamente se pueda.

Otros votivos son ofrecerle una misa que no sea propia del día; las oraciones y plegarias que se le ofrecen en agradecimiento de algún favor recibido; el encendido de velas, etc. También se le ofrecen bienes materiales, como pueden ser parte del fruto de las cosechas obtenidas en los campos, joyas y enseres o alguna propiedad o donativos de cualquier índole.

EXVOTOS.- El exvoto, es una ofrenda prometida por voto y puede tener varios motivos con dos finalidades: la petición como señal de pacto de compromiso ante situaciones de riesgo, y la de agradecer la intervención favorable ante situaciones comprometidas. Es un objeto que admite varias posibilidades expresivas, como simular la parte enferma que ha sanado en representaciones en cera, metal o plástico de aquellos órganos del cuerpo como una mano, un brazo, una pierna, la garganta, piedras de vesícula o de riñón después de una operación. Las mujeres solían cortarse el pelo y ofrecérselo en señal de agradecimiento. Ahora, el exvoto más corriente es el ofrecimiento del ramo de flores de la novia recién casada. En Villarrubia se va perdiendo la costumbre de dedicar a la Virgen de la Sierra este tipo de ofrecimientos. En otros tiempos no lejanos se ofrecían y se exponían en el llamado cuarto de los milagros.

FAVORES CONCEDIDOS.- Los milagros, en la actualidad, tal y como sucedieron en el medievo, gozan de poca credibilidad, pero por la humanización que se ha hecho siempre y se sigue haciendo ahora de la Virgen de la Sierra, pues todos la tenemos como nuestra madre celestial y espiritual, nuestra devoción atenuada, en el correr de los tiempos, resurge vigorosa cuando un hecho sobrenatural acaecido inesperadamente viene en un momento de nuestra vida, el cual depende mucho del grado de fe que tenemos en la Virgen. Un favor recibido o una tragedia accidental que ha terminado felizmente lo consideramos como un milagro, y en realidad parece que es así, pues hay acontecimientos en nuestra vida que físicamente no tienen explicación posible de cómo han podido suceder.

La Virgen de la Sierra, está ungida con el amor, fervor y respeto del pueblo de Villarrubia de los Ojos. Históricamente nuestro pueblo tiene enraizada una devoción y unas manifestaciones de fe en su Virgen de la Sierra que, tal vez no todos los villarrubieros seamos católicos, pero todos sí somos Virgenserranos.

Ciudad Real, Julio de 1999

FABIÁN MARTÍNEZ REDONDO

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