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SEQUÍA: Abril de 2023 ha sido el más cálido y seco en España desde que hay registros

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Abril de 2023 ha sido el más cálido y seco en España desde que hay registros

El cuarto mes de 2023 ha sido extremadamente cálido y seco, de hecho, este ha sido el abril más caluroso y con menos lluvias en España desde que hay registros, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El balance climatológico mensual de la AEMET refleja que la temperatura media en el conjunto del país fue de 14,9 grados centígrados (ºC), lo que representa 3 grados más de lo normal y que apenas se recogió el 22 por ciento de las lluvias normales para el periodo de referencia 1991-2020.

Así, ha sido el mes de abril más cálido desde que comenzaron los registros en 1961, es decir en 62 años, ya que se ha superado en 0,1 grados centígrados (ºC) la temperatura media máxima para un mes de abril que se alcanzó en 2011. En concreto, las máximas estuvieron de media 4,7 ºC por encima de lo normal mientras que la media de las mínimas se situó 1,3ºC por encima de la media, por lo que la oscilación térmica diaria fue 3,4ºC superior a la media habitual del mes.

El mes de abril ha tenido numerosos récord de temperaturas y de precipitaciones. Por ejemplo, la temperatura media del mes fue la más alta en un mes de abril desde que hay registros en 30 estaciones principales y en otras 45 estaciones principales la media de las temperaturas máximas fue la más alta para el mes de abril desde que hay registros y, en cuatro estaciones la media de las mínimas fue también la más alta de abril desde el comienzo de las observaciones.

Las mayores anomalías térmicas se observaron en zonas del interior de Andalucía, este de Extremadura y suroeste de Castilla-La Mancha, donde se situaron en unos 4ºC de anomalía e incluso en algunos puntos de hasta 5ºC.

En el resto de la mitad sur peninsular, así como en zonas de la cordillera Cantábrica, valle del Ebro y sur de Castilla y León, las anomalías se situaron alrededor de +3°C. En lo que queda de la Península las anomalías estuvieron próximas a +2°C, salvo en zonas del Cantábrico oriental y costas de Cataluña y de la Comunidad Valenciana, donde tomaron valores cercanos a +1°C.

En Baleares las anomalías tomaron valores comprendidos entre 0 °C y +2 °C, mientras que en Canarias se situaron entre +1°C y +3°C.

Además, la AEMET destaca que el día 27 de abril en Córdoba aeropuerto se alcanzaron récords de 38,8ºC en Córdoba-aeropuerto; en Morón de la Frontera, 37,4ºC y en los aeropuertos de Granada y Sevilla se llegó a 36,9ºC.

Por el contrario las mínimas más bajas se registraron los primeros días del mes, con -8,1ºC en Molina de Aragón registrados el día 5; -6,9ºC en Burgos/aeropuerto el día 5, que suponen la más baja en mes de abril desde que hay registros; -5,2 °C en Valladolid/aeropuerto también el día 5, y -4,6 °C de Puerto de Navacerrada registrados el día 13.

FALTA CASI EL 80% DE LLUVIAS

Respecto a las precipitaciones, el balance climatológico concluye que el mes de abril fue extremadamente seco, ya que apenas se recogieron 14,2 litros por metro cuadrado en el conjunto del país, lo que representa apenas el 22 por ciento de lo normal para el cuarto mes del año. Con estas cifras abril de 2023 ha sido el más seco desde el comienzo de la serie en 1961.

Abril ha sido entre extremadamente seco y muy seco en casi toda la Península, la isla de Ibiza y las islas canarias occidentales; resultó entre seco y normal en Galicia, norte de Cataluña, puntos de Castilla y León, norte de Navarra, noreste de País Vasco, zonas costeras de Murcia y las islas canarias orientales, donde ha tenido carácter normal.

Los primeros diez días de abril apenas hubo precipitaciones, que solo afectaron al tercio norte peninsular, el archipiélago balear y en menor medida al archipiélago canario.

Durante la segunda decena, las precipitaciones afectaron a la mitad norte de la Península, al norte de las islas Canarias occidentales y en menor medida al archipiélago balear.

Mientras, los últimos diez días llovió en gran parte de la Península excepto en puntos de Andalucía, sureste de Castilla-La Mancha e interior de la Comunidad Valenciana. En Canarias no llovió, excepto en la isla de La Palma mientras en Baleares solo llovió en el noroeste de Mallorca.

Por zonas, en la mitad oeste de Galicia y en zonas del Pirineo acumularon más de 60 litros por metro cuadrado, hubo zonas puntuales con más de 100 litros por metro cuadrado. La AEMET precisa que las mayores precipitaciones diarias se recogieron en Santiago de Compostela-aeropuerto, 57,8 litros por metro cuadrado el día 22; Fuenterrabía, 35,2 litros por metro cuadrado el día 12; 31,8 litros por metro cuadrado en Vigo-aeropuerto y 26,2 litros por metro cuadrado en Pontevedra el día 13 de abril.

Las mayores acumulaciones de lluvia a lo largo de todo el mes también se registraron en algunas de estas estaciones. Así, el balance climatológico refleja las cantidades máximas de Fuenterrabía, con 116,3 litros por metro cuadrado; Santiago de Compostela-aeropuerto con 103,4 litros por metro cuadrado y 101,6 litros por metro cuadrado en Vigo-aeropuerto.

Sondas, goteo y tecnología como aliados para optimizar el riego en La Mancha y hacer frente a la sequía

Utilizar la energía solar, sondas de humedad, el goteo y la tecnología satélite para optimizar el gasto de agua en los cultivos. Esa es la premisa con la que el agricultor tomellosero Sergio Parra ha adaptado sus 34 hectáreas de viñedo con las últimas tecnologías con el fin de reducir costes, hacer un buen uso de la dotación hídrica para sus cultivos y conseguir así una adaptación a un futuro al que en unos años todo el sector agrícola se verá abocado, especialmente en tiempos de sequía como los actuales.

Parra, en una entrevista con Europa Press, ha mostrado su cultivo de viñedo en espaldera, que cuenta con una tecnología muy avanzada que le permite, además, controlar toda su explotación desde su teléfono móvil, de manera que puede manejar aspectos como el riego, el abonado o el control de plagas aunque no se encuentre presencialmente en su viñedo.

Este agricultor tomellosero se incorporó en el año 2017 incluyendo una mejora de su explotación en el regadío al instalar un bombeo solar en el que utiliza la luz del sol para el riego haciendo «más eficiente» su explotación, ya que no consume gasoil para regar. De esta manera, afirma que puede ahorrarse cada año solo en combustible entre 10.000 y 14.000 euros, en función de los precios del gasoil.

Una renovación tecnológica que continuó a finales del año 2017, cuando Parra, aprovechando que ya contaba con una finca automatizada con electroválvulas y un programador que gestiona desde su teléfono móvil, instaló unas sondas de humedad. Estas sondas están enterradas en sus cultivos a tres profundidades diferentes y permiten comprobar la humedad de la tierra en estos tres niveles y saber si el riego está siendo el más efecto. «Me di cuenta de que no estaba haciendo un buen uso del agua», reconoce.

Para solucionarlo, contactó con una empresa de Albacete que gestiona el riego a través de satélite. Así, esta compañía elabora una predicción meteorológica y con ella y el acceso a los datos de las sondas, calcula las necesidades hídricas del cultivo de Parra para poder utilizar cada gota de agua en el momento justo.

«Las sondas me van a dar una predicción de la necesidad de agua del cultivo dependiendo del estado en el que esté», explica, comentando además que ha instalado una estación meteorológica que ayuda a la medición de todos los parámetros climáticos.

APRENDER A REGAR

«Con todo esto, al final lo que hacemos es aprender a regar. Llevamos años de sequía, aunque ahora es más fuerte, y lo que hago es, con la dotación de riego, intentar hacer un buen uso del agua. Utilizo cada gota en el momento indicado para no derrochar e intentar mantener el cultivo en el mejor estado posible», ha abundado, calculando que el gasto de agua era del doble cuando en este mismo terreno se usaba un método de riego tradicional.

Sin embargo, ahora el único agua que se escapa es el que se evapora por la acción del sol, que cifra entre un 10 y un 15 por ciento. Sin embargo, para evitar también esa pérdida de agua se plantea como próximo proyecto enterrar el goteo, una inversión que, reconoce, tiene un coste elevado, ya que hay que hacer tuberías nuevas, pero permite que el cien por cien del agua empleada se quede en la tierra al sortear los rayos solares.

Y es que un pozo histórico como el suyo contaba con una dotación de riego de 2.400 metros cúbicos para leñosos, pero esta cantidad se redujo posteriormente a 1.500 y actualmente, con el plan de sequía, está en 1.300 metros cúbicos. Una cantidad de agua con la que, admite, «se puede mantener» el cultivo «pero es complicado». «Estamos intentando invertir para aprender a regar y utilizar ese agua, pero el cultivo pasa sed», comenta.

UNA ADAPTACIÓN NECESARIA

Sergio Parra ha hecho hincapié en la necesidad de adaptar los cultivos a estas tecnologías que ayudan a combatir la sequía. «Al igual que hemos pasado en 10 años de que los cultivos de viña en vaso ahora están en espaldera, ahora estamos en un proceso de transición en el que los que riegan con luz y gasoil van a ir a placas solares. Es una transición de cinco o diez años en la que estamos todos metidos».

Además, afirma, «una cosa lleva a la otra», de manera que cuando se automatizan las fincas «entras solo a las sondas, para saber el uso que estás haciendo en tu terreno».

Todo ello, cree, ayudaría a mantener los acuíferos. «Un grano no hace granero pero ayuda al compañero. Si todos hiciéramos un buen uso del agua tanto en leñosos como en cultivos de campaña como el melón, la sandía, el pimiento o el cereal, los acuíferos no estarían en la situación que están», ha reivindicado.

Asaja estima que se perderá más de un 80% de cosecha de cereal en CLM

Los agricultores de cereal perderán 626 millones de euros como consecuencia de la «pertinaz» sequía que arrasa Castilla-La Mancha. Ésta es la principal conclusión a la que han llegado los técnicos de Asaja Castilla-La Mancha y que han reflejado en el nuevo informe del Observatorio de la sequía agrícola y ganadera en el que han cuantificado el impacto económico que va a provocar la falta de agua en el sector cerealista.

Los datos estimados reflejan una pérdida de cosecha de entre un 80-90% en toda la región, excepto en Guadalajara que aún mantienen una estimación del 50%, ha informado en nota la organización agraria.

Así, la producción esperada no llegará al millón de toneladas cuando en una cosecha normal supera los 4 millones, aunque las cifras podrían variar en función de las condiciones meteorológicas en los próximos días.

«Por el momento, los secanos están prácticamente perdidos y, lo que se va a cosechar de los regadíos, apenas alcanzará la mitad de producción, con unos rendimientos de entre 3.000 y 3.500 kg/ha aproximadamente, cifras que se asemejan a las de una explotación de secano en un año con una pluviometría normal, y con unos costes aún superiores», han alertado.

Además, tal y como refleja el estudio, los agricultores dejarán de percibir casi 866 millones de euros de la venta de su cosecha como consecuencia de la merma en la producción, por la falta de precipitaciones. «La sequía deja en la ruina al sector».

Los agricultores han realizado una gran inversión esta campaña debido a los altos costes de producción, fundamentalmente por el incremento de los precios de la energía y los fertilizantes, que han situado por encima de los 700 euros por hectárea el coste del cereal, aunque la cifra varía dependiendo de las características de la explotación.

AYUDAS INSUFICIENTES

Por eso, la organización agraria ha asegurado que las ayudas directas planteadas en el ‘Plan Sequía’ por la Consejería de Agricultura de 100 euros por hectárea serán «completamente insuficientes», ya que cuentan con un fondo de 30 millones de euros que no cubrirá ni un 5 por ciento de las pérdidas.

Además, la organización agraria ha criticado duramente que la entrada «masiva» de cereal a los puertos españoles llega con unos precios «inadmisibles que hunden el mercado nacional».

En este sentido, Asaja Castilla-La Mancha ha vuelto a denunciar que no se está cumpliendo la Ley de la Cadena Alimentaria, ya que «el descenso tan voraz de los precios de los cereales no cubre los costes de producción y, la poca cosecha que se pueda vender, no atiende a la realidad del mercado, sino a los intereses de las grandes multinacionales que se están lucrando mientras arruinan al sector».

GANADERÍA TAMBIÉN CON PÉRDIDAS MILLONARIAS

Igualmente, los técnicos han señalado que los ganaderos también tendrán que soportar pérdidas millonarias como consecuencia de la sequía, que ha dejado sin pastos al campo, por lo que han tenido que acudir al incremento de los piensos para la alimentación del ganado, y cuyos precios no reflejan la bajada registrada en los cereales.

Por eso, la organización agraria ha avanzado que el Observatorio de la sequía agrícola y ganadera tiene previsto elaborar también un informe del impacto económico en el sector ganadero, del que también esperan que arroje cifras ruinosas.

Finalmente, la organización ha lamentado que en esta campaña los agricultores no sólo no obtendrán beneficios por su trabajo, sino que además tendrán que hacer frente a pérdidas millonarias.

«La sequía ha diezmado el trabajo de miles de agricultores y la inversión realizada durante meses en todas las explotaciones de la región», han denunciado, por ello, insisten en que se necesita que la Administración articule medidas más contundentes.

Además de la flexibilización de las medidas de la PAC y de las ayudas directas urgentes, Asaja pide un plan de choque a corto, medio y largo plazo para la sequía para que no desaparezcan las explotaciones y, de cara al futuro, una vertebración hídrica nacional, de tal manera que se reparta el agua antes de que se pierda en el mar, se recarguen los acuíferos y se ejecuten obras con nuevas infraestructuras además de la mejora y mantenimiento de las existentes.

España acumula un 26% de déficit de precipitaciones en los ocho primeros meses del año hidrológico

Las precipitaciones acumuladas en los ocho primeros meses del año hidrológico en el conjunto de España se sitúan un 26 por ciento por debajo de lo normal, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Así, señala que desde el 1 de octubre de 2022, cuando comenzó el actual balance hídrico, hasta el 2 de mayo de 2023 se ha recogido un valor medio en todo el país de 346 litros por metro cuadrado, cuando el varlo nomal correspondiente a ese periodo son 469 litros por metro cuadrado.

Esta semana, del 26 de abril al 2 de mayo, las lluvias solo afectaron a parte del tercio norte, levante peninsulares y a las islas de Mallorca y Menorca. Durante este periodo, se acumularon más de 10 litros por metro cuadrado en Sierra Nevada, en puntos aislados del interior de Murcia y el litoral de Valencia, en el límite más occidental del sistema ibérico. Además, en Cataluña se sobrepasaron los 30 litros por metro cuadrado de acumulación de lluvia en la provincia de Gerona.

Más allá del periodo contabilizado esta semana, el jueves 3 de mayo hubo precipitaciones en el cuadrante noroeste de la Península y en el norte de la isla de Tenerife.

La AEMET destaca las precipitaciones recogidas en los observatorios de Murcia, con 14 litros por metro cuadrado; 12 litros por metro cuadrado en Soria y en Murcia-Alcantarilla; 11 litros por metro cuadrado en Gerona-Costa Brava y 5 litros por metro cuadrado en San Sebastián-Igueldo.

En la mayor parte de la Península se han acumulado cantidades inferiores a las normales en la mayor parte de la Península y en ambos archipiélagos, especialmente en Levante y en la mitad sur. De hecho, en muchas zonas el déficit de lluvias supera el 25 por ciento e incluso el 50 por ciento en la mitad este de Cataluña y en una franja que va desde Málaga hasta el interior de la Comunidada Valenciana.

Sólo superan los valores normales para el periodo 1991-2020 en áreas del interior y en el tercio oeste de la Península, excepto en Andalucía; en la mitad este de la isla de Mallorca, en la isla de Menorca y en la mitad sur de la isla de Tenerife.

El Júcar no prevé restricciones en la campaña de riego de este año ni del próximo 

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no prevé la necesidad de establecer restricciones al riego en la campaña de este año ni del próximo pese a la situación de sequía gracias a las reservas de años anteriores, que han dejado unos embalses al 60% de su capacidad.

Así lo ha explicado el presidente de la CHJ, Miguel Polo, en declaraciones a los medios previas a la presentación en València del Plan Especial de Sequía, que salió a consulta pública a finales de marzo y que se va a presentar en nueve ocasiones a lo largo del territorio, con el objetivo de incrementar la participación pública.

Polo sí ha indicado que habrá una reducción a la cantidad de litros de agua en el sistema del Palancia, que pasará de recibir 400 litros por segundo a 300 debido a que solo tiene un embalse «muy pequeñito» como es el del Regajo. No obstante, dado que el mayor usuario es la Acequia Mayor de Sagunt y tiene suministros alternativos, «no va a tener problema en atender la demanda.

El presidente ha explicado que, pese a la situación de sequía meteorológica que genera la falta de lluvias en este 2023, desde 2018 se arrastran «años buenos»: «Hemos tenido muchas lluvias, los embalses se han llenado y eso es lo que hace que estemos en una buena situación para afrontar una hipotética situación de sequía prolongada que pudiera venir, que no lo sabemos».

Por otra parte, preguntada por la petición de 20,5 hectómetros de trasvase realizada por los usuarios del Vinalopó, la jefa de Planificación Hidrológica de la CHJ, Aránzazu Fidalgo, ha señalado que pese a que no es algo a lo que tengan derecho y por tanto, no pueden garantizárselo, consideran que «sí que va a estar disponible».

El regadío intensivo provoca que España sea mucho más vulnerable frente a la sequía

Hoy el regadío supone más del 85% del consumo total de agua. Si tienen en cuenta los retornos (el agua que vuelve al sistema después de ser utilizada), el consumo neto total del regadío sería de 93%. En las últimas décadas la superficie regada no ha dejado de crecer, especialmente en Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. En Castilla-La Mancha se ha incrementado en un 64,7% en los últimos 25 años, mientras que en Andalucía el incremento ha sido del 44,1% para ese mismo periodo. La modernización de regadíos, cuyo teórico objetivo era el de aumentar la eficiencia en la utilización del agua y así liberar recursos, ha conseguido el efecto contrario, pues los volúmenes liberados se han empleado en abastecer a nuevos regadíos. Como resultado, el agua total consumida en los regadíos cada vez es mayor.

A consecuencia de este crecimiento exponencial, los embalses siempre se mantienen especialmente bajos (el agua según les llega se envía a los regadíos), lo que hace que el Estado español sea muy vulnerable ante un periodo de sequía que es habitual en el clima mediterráneo. A día de hoy, el nivel de los embalses en España se sitúa 18 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años para esta misma fecha. En las regiones donde más ha crecido el regadío, y en gran medida a consecuencia de ello, la situación es mucho más preocupante. En Andalucía los embalses se encuentran 35 puntos por debajo de la media, y en la cuenca del Guadiana se sitúan 27 puntos por debajo del nivel medio de los últimos 10 años. En Cataluña la situación también es crítica: el nivel de los embalses de la Cuencas Internas de Cataluña se encuentra más de 55 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años. Asimismo, el estado de los acuíferos sigue empeorando, según informes del propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pues sus niveles siguen bajando, con independencia del régimen de lluvias, y cada vez son más los acuíferos sobreexplotados.

La primavera está resultando seca. Todo apunta a que en agosto será necesario llevar a cabo cortes diarios de agua en el suministro de varias importantes ciudades andaluzas, así como en muchos pequeños municipios. El acceso al agua potable es un derecho humano, establecido como tal por Naciones Unidas en 2010. Un derecho que a cientos de miles de personas este verano se les va a cercenar.

Varias regiones se encuentran ya al borde de un colapso hídrico, que podría tener lugar en los próximos meses. Por todo ello, Ecologistas en Acción solicita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que proceda de inmediato a cortar totalmente el riego en todas aquellas demarcaciones hidrográficas en las que los embalses se sitúen 20 puntos o más por debajo de la media de los últimos 10 años. En el resto de demarcaciones también se debe restringir sustancialmente el riego. Por último, la organización ecologista solicita que se modifiquen los planes hidrológicos y se incluya en todos ellos la prohibición de crear ni una sola hectárea más de regadío, así como que se establezcan planes encaminados a la reducción parcial de la superficie de regadío existente, actuando prioritariamente sobre las grandes explotaciones y sobre aquellos cultivos de leñosos en riego que son propios de secano (olivar, viñedo y almendro).

De esta manera se podrá garantizar el abastecimiento de agua a las poblaciones, así como el mantenimiento de los caudales ambientales en los ríos. En el caso de que no se adopten esas medidas, el sistema hídrico colapsará en amplias zonas del Estado español, con cortes diarios de agua a numerosas poblaciones, que cada vez serán de más duración y supondrán una pérdida en la calidad de vida de sus habitantes.

Fuente: https://www.dclm.es/noticias/143580/sequia-abril-de-2023-ha-sido-el-mas-calido-y-seco-en-espana-desde-que-hay-registros

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