CAMINOS QUE NOS LLEVAN A LA VIRGEN DE LA SIERRA

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Aunque por la Fe que tenemos en nuestra Celestial Patrona, la Santísima Virgen de la Sierra, el camino espiritual inexorablemente nos conduce a Ella, a veces necesitamos su presencia física mediante la visión cercana de su Imagen, ya sea cuando se ha traído a la localidad para las Fiestas Patronales, ya sea cuando está en su Santa Casa. Cuando la Imagen está entre nosotros es más fácil acceder a Ella, pues sólo basta con la intención y en un momento vamos a visitarla, salvo que algún achaque físico lo impida. Pero cuando se ha ausentado al Santuario hay otros senderos más distantes que recorrer y no basta sólo la intención, sino que es necesario tener medios para poder llegar a visitarla.

Para hacer esta visita de peregrinación, nuestros antepasados tenían varios caminos. El tiempo les fue trazando varias vías de acceso a su Santa Casa. Hasta la construcción de la carretera de Villarrubia de los Ojos a Fuente el Fresno, en el año 1863, había 5 vías de acceso al Santuario. Había dos desde Villarrubia; otras dos desde Fuente el Fresno, y una desde Ciudad Real.

Caminos desde Villarrubia.- Antes de construirse la carretera, como hemos dicho, desde Villarrubia había dos accesos: Uno era por el llamado Camino Viejo de la Virgen, y otro por la popular Sendilla de la Virgen. El itinerario del Camino Viejo de la Virgen era: por el Camino de Villarrubia a Ciudad Real que sale de la Hontanilla hasta el Cantorral, ya en el Cantorral tomaba el camino de Malagón hasta el Sotillo, allí seguía el camino de Fuente el Fresno pasando por la Hontana de Renales («Hotá» de Renales, según el vulgo) hasta la casa de «El Pelado» -más allá de Renales-, en este paraje se unía a la divisoria del quinto «Barrancón» (más conocido por Raña de Peñuelas), para internarse en este quinto cruzando la carretera hasta confluir con los caminos de Ciudad Real y Fuente el Fresno a la Virgen, a unos 800 metros del Santuario, formando los tres caminos lo que se dice una «pata de gallina». Un segundo itinerario era por el camino comúnmente llamado Sendilla de la Virgen, que salía del camino de Villarrubia a Ciudad Real por su lado derecho, a la altura de la «Oliva de la Onza», desde aquí iba unido al arroyo que viene de «Los Pocillos», para seguir entre olivares hasta internarse en el quinto «Retamar», cruzándolo para llegar por la falda de la sierra a la «Posadilla» que desde allí entre cerros desemboca en el Santuario.

Caminos desde Fuente el Fresno.- Los itinerarios desde Fuente el Fresno, también se podían hacer por dos caminos distintos, uno arrancaba desde el camino viejo de Fuente el Fresno a Villarrubia a la altura del camino que ahora sale desde la carretera a Casablanca, próximo a la curva de los eucaliptos, pasando por la llamada casa de «El Boticario» para desembocar en el camino que venía de Ciudad Real. Como hemos visto, allí se unían tres vías, el camino viejo de Villarrubia a la Virgen, el camino de Ciudad Real (o de los «Volanderos») y este de Fuente el Fresno, a unos 800 metros del Santuario. Otra vía de acceso era la llamada Senda de la Virgen que unía Fuente el Fresno con el Santuario. Esta senda salía por la parte superior del pueblo de Fuente el Fresno, y entre tierras de labor y monte, cruzando los cerros, llegaba por la ladera sur de la sierra directamente al Santuario por encima del Canto de la Virgen.

Camino de los «Volanderos».- El camino popularmente denominado Carril de los Volanderos, en el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1753, y en la descripción de las parcelas existentes en el Santuario propiedad de la Virgen, es llamado o nombrado camino de Ciudad Real, y, como ya hemos repetido, a unos 800 metros del Santuario se le unían conjuntamente los caminos viejos de Villarrubia a la Virgen y de Fuente el Fresno a la Virgen.

El origen del nombre de este camino será más bien de los Velanderos, porque es muy posible que fuera por aquí por donde subían a velar sus armas a la Virgen los frailes de Calatrava la Vieja, desde su castillo junto a la margen izquierda del río Guadiana, en Carrión de Calatrava.

Por el transcurrir de los tiempos, estas vías de comunicación al Santuario principalmente se han quedado en una; aunque todavía es posible su acceso por el camino de herraduras llamado Sendilla de la Virgen, que sale por el paraje de «los Pocillos», próximo al kilómetro 3 de la carretera que une Villarrubia con Fuente el Fresno. Ahora el camino principal es la carreterilla que sale de la citada carretera, a unos diez kilómetros desde Villarrubia, que es la que se utiliza actualmente para subir y bajar. La mayor parte de esta carreterilla, de casi dos kilómetros, está hecha sobre el camino antiguo del llamado Carril de los Volanderos.

En el año 1960, se llevó a efecto el ensanche de la carreterilla de acceso al Santuario, plantándose entonces los árboles que hay en las márgenes de ambos lados. Diez años más tarde, esta carreterilla quedó asfaltada, cuando Obras Públicas lo hizo en la carretera de Villarrubia a Fuente el Fresno. Y en invierno de 1972-73, la entrada quedó bien señalizada con el arco doble de entrada y salida que se construyó.

Pero hay otra vía de acceso -o mejor dicho, de bajada-, que ha tenido corta vida. Por la buena acogida que tuvo la implantación de la Romería del Tercer Domingo de Mayo, ante la gran afluencia de romeros, que se estacionaban en los márgenes de la carreterilla llegando hasta los arcos de la entrada, ya que faltaba espacio para aparcamiento de tantos vehículos, se creó la necesidad de ampliar la anchura de la carreterilla, para poder canalizar mejor el tráfico de vehículos en ambas direcciones. Para ello, en el año 1976, la Junta Directiva de la Hermandad de la Virgen gestionó con la propiedad de los terrenos colindantes la posibilidad de hacer un camino paralelo que sirviera de bajada de vehículos en los días de romería, y así se hizo. Se habilitó una bajada por el lado izquierdo hasta los arcos, y durante unos años se utilizó, hasta que se hizo la explanada como zona de aparcamiento en los terrenos del antiguo olivar, lo que hizo descongestionar la vía principal de acceso, amortiguándose así el problema de circulación que se había creado; ahora este camino nuevo de bajada ya a penas se utiliza. No obstante, es deseable que, para el movimiento que tiene en los días de romerías y otras fiestas, en un futuro no lejano, tenga lugar una nueva ampliación de la carreterilla, con carriles de subida y bajada y los respectivos arcenes.

Ciudad Real, Julio de 1996

FABIÁN MARTÍNEZ REDONDO

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