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CANCIONERO POPULAR VILLARRUBIERO

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Quiero rescatar, antes que se pierdan en el tiempo, algunas canciones populares, de nuestro pueblo, generalmente en el mundillo agrícola, en el que el campesino se ha visto inmerso en muchos momentos de su vida, en este acervo de la cultura popular, del que en numerables ocasiones no ha podido escapar.

El fondo de la canción popular es la propia Naturaleza, que en nuestro pueblo brota del alma de unas gentes en su misma maceta, aromatizada de sana e inconfundible lozanía en versículos fáciles y espontáneos, donde los actores suelen ser gañanes, segadores, vendimiadores, aceituneros, etc., de las que expongo algunas de ellas, incluso las insertadas en el artículo de Bailes Regionales publicadas en el programa de Ferias de 2006.

También, dentro del título “Canciones Religiosas”, las oídas en mi niñez y adolescencia que, generalmente, se cantaban en mayo, mes de las cruces y de las flores. Y las dedicadas a la Virgen de la Sierra, aunque se observa que, en estos tiempos que co­rren, se cantan poco; esas canciones que se cantaban cuando se la desplaza para llevarla del Santuario al pueblo o viceversa, con todo el bullicio de la gente que la acom­paña en su andadura. Musicalmente se oye el carillón del reloj de la villa, cuando suenan las campanadas de las 12, que toca la primera estrofa de Su Himno.

SUMARIO:

CANCIONES PARA NIÑOS
CANCIONES DE JUEGOS DE MOZAS
CANCIONES AMOROSAS
CANCIONES DE FAENAS AGRÍCOLAS
CANCIONES VARIAS
CANCIONES RELIGIOSAS

Cinco lobitos parió la loba,
blancos y negros
detrás de una escoba.
cinco parió, cinco crió
y a todos los cinco
su teta les dio.

Palmas, palmitas,
higos y castañitas,
almendras y turrón
que rica colección.
Palmas, palmitas,
papá te trae cositas,
almendras y turrón
para mi niño/a son.

Aserrita, aserrán,
para vino, para pan,
los del rey sierran bien,
los de la reina también
y los del duque, truque, truque.

Arre borriquito,
arre burro, arre,
arre borriquito,
vamos a correr.
al paso, al trote, al trote,
al galope, al galope, al galope.

Pin, pin, zorro baratín,
sale la coneja
con su bandeja,
la bandeja real,
que estaban haciendo,
colando la leche
con un colador,
esconde esa mano
que viene el ratón.

Ratón que te pilla el gato,
ratón que te va a pillar,
si no te pilla de noche
te pilla de «madrugá».

Pinto, pinto, gorgorito
que viene la vaca
de a veinticinco,
de qué lugar,
de Portugal
de qué calleja,
la mora vieja,
tírate niñita
de las orejas.

Este mató un pajarito,
este lo peló,
este le echó la sal,
este lo asó,
e este pícaro gordo
todo se lo comió.
A la buena ventura,
si Dios te la dá,
si te pica la mosca,
ráscatela, ráscatela.

Mariquita, mariquita,
ponte el velo y vete a misa
y verás lo que te dán,
una aguja y un dedal,
¡echa a volar, echa a volar!.

Caracol, caracol,
saca los cuernos al sol,
que tu padre y tu madre
también los sacó.

Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra,
los pajarillos cantan,
las nubes se levantan.
¡Que sí!, ¡Que nó!,
que caiga un chaparrón,
que no me moje yó.

Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada,
tengo tres ovejas
en una cabaña.
una me dá leche,
otra me dá lana
y otra mantequilla
para la semana.

Cuando llueve y hace sol
sale el arco del Señor.
Cuando llueve y hace frío
sale el arco del judío.

Una, done, tene, catone,
quine, quinete, puño, puñete
estaba la reina en su poyete.
vino Gil, apagó el candil,
candil, candilón, cuéntalas bien
que las veinte son.

Estando el señor don gato
sentadito en su tejado,
¡marra miau, miau, miau!,
sentadito en su tejado.

Le ha llegado la noticia
que si quiere ser casado,
¡marra miau, miau, miau!,
que si quiere ser casado.

Con una gatita parda
sobrina de un gato pardo,
¡marra miau, miau, miau!,
sobrina de un gato pardo.

El gato por ir a verla,
se ha caído del tejado,
¡marra miau, miau, miau!,
se ha caído del tejado.

Se ha roto siete costillas
el espinazo y el rabo,
¡marra miau, miau, miau!,
el espinazo y el rabo,

Ya lo llevan a enterrar,
por la calle del mercado,
¡marra miau, miau, miau!,
por la calle del mercado.

Y al olor de la sardina
el gato ha resucitado,
¡marra miau, miau, miau!,
el gato ha resucitado.

Por eso dice la gente,
siete vidas tiene un gato,
¡marra miau, miau, miau!,
siete vidas tiene un gato.

A tapar la calle
que no pase nadie,
que vienen mis abuelos
comiendo buñuelos.
tortilla maravilla
nos caigamos de rodillas.

Teresa la marquesa,
tipití, tipitesa,
tenía un monaguillo,
tipití, tipitillo,
y hasta un sacristán,
tipití tipitán.

Antón, Antón, Antón Pirulero,
cada cuál, cada cuál
que aprenda su juego,
y el que no lo aprenda
pagará una prenda.

Tengo una muñeca vestida de azul,
con su camisita y su canesú,
la saqué a paseo se me constipó,
la tengo en la cama con mucho dolor,
esta mañanita me dijo el doctor,
que le dé jarabe con un tenedor.

Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis,
Y ocho veinticuatro,
y ocho treinta y dos,
ánimas venditas me arrodillo yó.

Don Melitón tenía tres gatos
y los hacía bailar en un plato
y por las noches les daba turrón
que vivan los gatos de don Melitón.

PIMPÓN ES UN MUÑECO

Pimpón es un muñeco
muy guapo y de cartón
que se lava la carita
con agua y con jabón, con jabón.
se desenreda el pelo
con peine de marfil, de marfil
y aunque se de tirones
no llora ni hace así, ni hace así.
cuando come las sopas
no mancha el delantal
y come con cuidado,
como un buen colegial.
cuando las estrellitas
empiezan a lucir,
Pimpón se va a la cama,
se acuesta y a dormir, a dormir.

CANCIONES DE JUEGOS DE MOZAS

En la calle ancha de San Bernardo
hay una fuente con cinco caños,
que rica fuente, que rica agua,
para las niñas zaragozanas.
En Zaragoza a sucedido,
la torre nueva que se a caído.
si se ha caído que la levanten
dinero tienen los estudiantes;
los estudiantes no tienen nada,
ni una peseta para ensalada.
Si la ensalada estuviera dulce
la comerían los andaluces.

El patio de mi casa es particular,
cuando llueve se moja como los demás.
agachaté y vuélvete agachar
que las agachaditas si saben bailar.
hache, i, jota, ka, ele, eme, eñe, a,
que si tú no me quieres
otro amante me querrá.

Chocolate, molinillo,
corre, corre, que te pillo,
a estirar, a estirar
que el demonio va a pasar.

El cocherito, lerén,
me dijo anoche, lerén,
que si quería, lerén,
montar en coche, lerén.
y yo le dije, lerén,
con gran salero, lerén,
no quiero coche, lerén,
que me mareo, lerén.

El nombre de María
que cinco letras tiene,
la eme, la a, la erre,
la i, la a…, María.

Al pasar por el puente de Santa Clara
¡Ay!, ¿Ay! De Santa Clara,
de Santa Clara.
se me cayó el anillo dentro del agua.
¡Ay!, ¿Ay! dentro del agua.
Por sacar el anillo,
saqué un tesoro
¡Ay!, ¿Ay!, saqué un tesoro,
saqué un tesoro.
Una Virgen de plata
y un Cristo de oro,
¡Ay!, ¿Ay!, y un Cristo de oro,
y un Cristo de oro.

Quisiera ser tan alta como la luna,
¡Ay!, ¿Ay!, como la luna, como la luna.
Para ver los soldados de Cataluña,
¡Ay!, ¿Ay!, de Cataluña, de Cataluña.
De Cataluña vengo de servir al rey,
¡Ay!, ¿Ay!, de servir al rey,
de servir al rey.

Mambrú se fue a la guerra
mire usté, mire usté que pena,
mambrú se fue a la guerra
no se cuando vendrá
dorre mi, dorre fa,
no se cuando vendrá.
Si vendrá «pa» la Pascua
mire usté, mire usté que guasa,
si vendrá «pa» la Pascua
o “pa» la Trinidad,
dorre mi, dorre fa,
o “pa» la Trinidad.
La Trinidad se pasa
mire usté, mire usté que guasa,
la Trinidad se pasa
Mambrú no viene ya.

Al corro de la hoja de la lechuga,
está mi amante malo con calentura;
con calentura sí, con calentura no,
con calentura, niño de mi corazón.

Por este caminito cansado de andar,
a la sombra de un pino
me puse a descansar,
y estando descansando por allí pasó
una niña muy guapa que me enamoró.
Rubia de cabello, blanca de color
Y estrecha de cintura.
Así la quiero yo.

Al levantar una lancha,
una jardinera ví
regando su lindas flores,
y al momento la seguí.
Jardinera tu que entraste
en el jardín del amor,
de las flores que regaste
¿dime cuál es la mejor?
la mejor es una rosa
que se viste de color,
del color que se le antoja,
y del rojo es el mejor.
Tres hojitas tiene verdes
y las demás encarnadas,
y a ti te vengo a elegir
por ser la más resalada.
Muchas gracias, jardinera,
por la atención que has tenido,
tantas niñas en el corro
y a mi sola me has pedido.

La jaula de mi cotorra
una pata se le ha roto (bis),
y yo le digo cotorra
dame la pata por Dios (bis),
que si no me das la pata,
por la pata muero yo (bis).
Yo tengo un carro y una galera,
y un par de mulas campanilleras,
los campanillos son de oro y plata,
de una morena que a mi me mata.
Morena mía ponte a servir
y lo que ganes dámelo a mí,
para cerillas, para tabaco:
moreno mío no fumes tanto.

Al pasar la barca me dijo el barquero
las niñas bonitas no pagan dinero.
yo no soy bonita ni lo quiero ser
tenga mi dinero y páseme “usté”.

Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar,
anda ve y dile a tu madre
que te enseñe a remendar.

Que vengo del moro,
que del moro vengo,
de ver a la barca,
de ver al barquero,
de ver la corriente
del agua serena,
de ver mis amores
que se van con ella, y olé,
que salga “usté”.

Lerén, lerén lechuga,
lerén, lerén repollo,
la hija del alcalde
se ha ido con el novio,

Creyendo que tenía
dineros en el banco
y luego no tenía
ni calzoncillos blancos.

Creyendo que tenía
cartilla maquilera
y luego no tenía
ni un chavo en la cartera.

Creyendo que tenía
dineros en Madrid
y luego no tenía
ni cama donde dormir.

¿Qué haces ahí mozo viejo,
que no te casas?,
que te estás arrugando
como las pasas.
Que dame la mano,
que resalado estás.
que salga la dama, dama,
vestida de marinero
y si no tiene dinero
se lo pida al fogonero.

La señorita “X” (Pepa)
está muy creída
que se va a morir
de tanto pensar.
Si piensa en su novio,
su novio no la quiere,
y ahora la “X” (Pepa)
de pena se muere.
A la “X” (Pepa) le vamos a dar
chocolate con rebanás
y a su novio le daremos
chocolate con veneno.
¡Que salga “usté”!
que la quiero ver bailar,
saltar y brincar,
y dar vueltas al aire,
por lo bien que lo baila esa moza
déjala sóla, sóla en el baile.

¿Dónde está la lleve?,
matarile, rile, rile,
¿Dónde está la lleve?,
matarile, rile, rilerón, chimpón.
En el fondo del mar
matarile, rile, rile,
en el fondo del mar
matarile, rile, rilerón, chimpón.
¿Qué vamos a hacer con élla,
matarile, rile, rile,
¿Qué vamos a hacer con élla,
matarile, rile, rilerón, chimpón.
La tendremos que sacar,
matarile, rile, rile,
la tendremos que sacar,
matarile, rile, rilerón, chimpón.

A ésa que está en medio
se le ha caído el volante
y no lo quiere coger
porque está el novio delante.
¡Ay! Chúngala, María chúngala.
¡Ay! Chúngala, que resalada
¡Ay! Chúngala, la señorita
que les baila el polisón.

Las señoritas no tienen una
envidia del demonio
porque dice su mamá
que le tiremos del moño.

LAS SEÑAS DEL ESPOSO

Estando Elena bordando
ricos pañuelos de seda,
vio llegar un caballero
que venía de la guerra.

¿Sóldadito, sóldadito
de dónde ha venido usted.
De la guerra de Melilla,
¿Qué se de ha ofrecido a usted?

¿Ha visto usted a mi marido
en la guerra alguna vez?.
No señora, no lo he visto
ni se las señas de él.
Mi marido es alto y rubio,
alto y rubio aragonés,
y en el puño de la lanza
lleva un pañuelo “piqué”.

Se lo bordé desde niña,
desde niña lo bordé,
otro que le estoy bordando
y otro que le bordaré.

Por las señas que usted ha dado
su marido muerto es,
en el campo de batalla
Muy herido calló él.

Lo llevamos en camilla
a casa de un coronel
y moribundo me dijo
que me case con usted.

Siete años esperando
y otros siete esperaré,
si a los catorce no viene
a monja me meteré.

Alza los ojos, Elena,
si me quieres conocer,
que el soldado del caballo
tu querido marido es.

CANCIONES AMOROSAS

Dicen que no se besar,
enséñame tu que sabes,
que es obra de caridad,
enseñar al que no sabe.

Zambombita, zambonbita,
pronto de voy a romper,
que en la puerta de mi novia
no quisiste tocar bien.

Eché un limón a rodar
y en tu puerta se paró,
hasta los limones saben
que nos queremos los dos.

Mi madre de da de palos,
porque quiero al de la «güina»
y al son de los palos digo
así estuviera en la esquina.

La aceituna en el olivo
si no la cogen se pasa:
eso te pasará a tí
morena si no te casas.

Morena mía ponte a servir
y lo que ganes dámelo a mí.
para cerillas, para tabaco.
moreno mío no fumes tanto.

Cuando paso por tu puerta
parto pan y voy comiendo
“pa” que no diga tu madre
que con verte me mantengo.

Con la escoba pequeña
niña no barras
que se te ven los picos
de las enaguas.

¿Por dónde vas a misa que no te veo?
por un callejoncito
que han hecho nuevo,
que han hecho nuevo niña,
que han hecho nuevo,
¿Por dónde vas a misa que no te veo?

A coger alhelíes
voy a tu patio
y si no hay alhelíes
contigo un rato.

Arrímate “bailaor”
arrímate que no pecas
que el que baila y no se arrima
es comerse el pan a secas.

Zapatéate serrana
hasta que rompas el suelo
que si rompes los zapatos
yo te compraré unos nuevos.

Arrempuja que atranco
con una escoba
esta noche te espero
que duermo sola.

A la mar que te vayas,
querido Pepe,
a la mar que te vayas
me voy por verte.

Una vez que te quise
fue por el pelo,
y ahora que estás pelona
ya no te quiero.
ya no te quiero, niña,
ya no te quiero.
una vez que te quise
fue por el pelo.

Canta tú, cantaré yo,
cantaremos a porfía,
tú le cantas a tu novia
yo le cantaré a la mía.

Mírala por donde viene
la que tiene que ser mía,
la que tiene que juntar,
su carita con la mía.

Míralo por donde viene,
y de verlo me vuelvo loca,
con el sombrero en la mano,
y el cigarrillo en la boca.

Todo la semana arando
con “arao” de vertedera,
y no he podido llegar
a tu ventana morena.

Una rubia vale un cuarto
y una morenita dos
yo me tiro a lo barato
rubia de mi corazón.

Cinco duros me costó
la cinta de tu cabello
y aunque me den un millón
la cinta yo lo la vendo.

No te fijes en capitales
ni tampoco en la escritura
fíjate en quien te escribe
que te quiere con locura.

Al entrar a Villarrubia
hay un charco y no ha llovido
son las lágrimas de Ana
porque no tiene marido.

De la uva sale el vino
de la aceituna el aceite
y de mi corazón sale
el amor para quererte.

Quisiera ser caramelo,
con una ilusión muy loca,
para pegarme en tus labios
y derretirme en tu boca.

Si yo fuera río
y tu la corriente,
nos arrastraríamos
los dos hasta la muerte.

Fuiste mi primer amigo,
poco a poco mi ilusión
y con el paso del tiempo
fuiste mi primer amor.

Tus ojos son dos cañones,
tus manos la infantería,
y tu boca la bandera
que yo besaré algún día.

El frasco de colonia
se guarda en un cajón
y el recuerdo de una amiga
se guarda el corazón.

Los niños piden juguetes,
los presos la libertad
y yo para ti pido
salud y felicidad.

Esta noche miré al cielo
para saber mi destino,
las estrellas se juntaron
y formaron tu apellido.

Hay quien teme a la muerte,
hay quien teme al dolor,
si yo a algo temo
es quedarme sin tu amor.

Eres un chico corriente,
eres un chico vulgar,
pero no se lo que tienes
que no te puedo olvidar.

Me gustaría ser piloto
para llevarte en mi avión,
pero como no lo soy
te llevo en mi corazón.

De tu boca quiero un beso,
de tu camisa un botón,
de tu pensamiento un deseo,
y de tu pecho el corazón.

Lejos estás de mí,
pero no de mi pensamiento,
y nadie podrá borrar
el amor que por ti siento.

Quisiera ser para tí
algo más que una aventura,
ocupar tu corazón
y ser totalmente tuya.

Desgraciado el labrador
que siembra y no coge trigo,
más desgraciado soy yo
que no puedo estar contigo.

Entrando por tu jardín,
pasando por el rosal,
oí una voz que decía,
yo te quiero de verdad.

Con tus ojos azules
tu me miraste,
y en ese momento
enamorado me dejaste.

El cielo está nublado,
con ganas de llover,
así están mis ojos
cuando no te puedo ver.

Nadie sabe que te quiero,
nadie sabe mi sufrir,
nadie sabe que tu eres
la razón de mi vivir.

Las naranjas nacen verdes,
luego cambian de color,
mi corazón nació libre
y el tuyo lo encarceló.

Para que te acuerdes de mi
te escribo mi dirección,
vivo en la calle cariño,
esquina del corazón.

Porque eres mi primer amor
y el primero no se olvida,
te diré que te quiero
y te querré toda la vida.

Arrincónamela,
y échamela al rincón,
si es casada la quiero,
si es soltera mejor.

Aunque sea una viuda
con la cara «arrugá»
en teniendo pesetas
arrincónamela.

Policía, policía
no detenga a ese ladrón,
detenga a ese mocito
que me ha robado el corazón.

En lenguaje, deficiente,
en social, mucho peor,
pero cuando pienso en ti
soy matrícula de honor.

Cuando doblen las campanas
no preguntes quien murió,
que es un chico que te quiso
y que nunca te olvidó.

Tengo pena si te veo
y si no te veo doble,
y no tengo más alegría
que cuando escribo tu nombre.

Debajo de tu ventana,
tres arbolitos planté,
un te quiero, un te amo
y un nunca te olvidaré.

La aceituna en el olivo
si no la cogen se pasa,
eso te pasará a ti
morena si no te casas.

Árboles de la rivera,
tener compasión de mi,
habéis visto a una moza
ayer pasar por aquí.

Hay Lolita me voy al servicio,
hay Lolita cuando volveré,
si a la vuelta de un año no vengo
una carta yo te escribiré.

A otro día el cartero en la puerta,
una carta sin sello mandó
y Lolita se puso a leerla,
trastornada en el suelo cayó.

Y su madre al verla caída,
hija mía que te pasará
que se llevan a Pepe a la guerra
y los moros lo van a matar.

Como soy quinto mi madre llora
y a mi morena la dejo sóla,
la dejo sóla, sóla la dejo
y a mi morena le doy un beso.
Le doy un beso y ella a mi dos
y a mi morena, la quiero yo.

Ya se van los quintos madre
y se llevan a mi Pepe
ya no tengo quien me traiga
horquillas para el rodete.

La frase más sencilla,
el poema más sincero,
sólo tiene tres palabras,
y son estas: yo te quiero.

Desde que se fue mi Pepe
mis labios no lo han “besao”
la hierba buena no crece
y el perejil se ha “secao”

Hay Pepe mío,
Pepe mío ven acá,
no me hagas de sufrir
ni tan poco de penar.

Todos los pepitos son
mas dulces que un caramelo,
y yo como soy golosa
por un pepito me muero.

Si me quieres dímelo,
si no dime que me vaya,
no me tengas al sereno
como al botijo del agua.

Si los cuernos alumbraran,
tanto como las bombillas,
tu cabeza luciría
como la feria de Sevilla.

Por este caminito
cansado de andar,
a la sombra de un pino
me puse a descansar,
y estando descansando
por allí pasó

Una niña muy guapa
que me enamoró.
Rubia de cabello,
blanca de color
y estrecha de cintura.
así la quiero yó.

CANCIONES DE FAENAS AGRÍCOLAS

Gañancillo, gañancillo,
echa los surcos derechos
que también las “güenas” mozas
se fijan en los barbechos.

Hoy es sábado y no quiero
dormir en la quintería,
porque rondan los gañanes
y yo me muero de envidia.
Si me entero de que rondan
las esquinas de mi novia.

Como quieres niña
que te venga a ver,
si vengo del campo
al anochecer.
Primero que ceno
y voy a la fragua,
cuando voy a verte
ya estás acostada.
Llamo a la ventana
no me «quies» abrir,
y estas son las penas
que paso por tí.

(Canción de reproche que,
normalmente los gañanes, cuando
finalizaban la jornada de trabajo,
tenían que continuar para
preparar la jornada siguiente).

Toda la semana arando
con “arao” de vertedera,
y no he podido llegar
a tu ventana morena.

Quiéreme que soy gañán
y llevo la yunta grande,
llevo el carro de la cuba
y saco los cornijales.

Carretero, carretero,
carretero para el carro,
no por mucho madrugar
amanece más temprano.

Me gustan los jornaleros
por la mucha unión que gastan,
se les cae una borrica
y entre todos la levantan.

Cuando canta la cigarra
madre mía que calor,
yo estoy a la sombra y sudo
que será mi amante al sol.

Venimos de vendimiar
de coger “uguas” por cierto,
y ahora venimos a ver
a las del moño compuesto.

Venimos de vendimiar
del plantío de mi abuelo
y no nos quiere pagar
porque hemos roto un puchero.

Si supiera mi morena
el trabajo que es segar,
porque llegando a la punta,
hay otro surco a la par.

Salgo del hato segando,
por mi surquito parejo,
y llegando a la gatuña,
lo que no siego me dejo.

Por la mañana cantan
todos los gallardones,
y por la tarde se ven
aquellos que son hombres.

Los molineros de aceite
siempre tienen que decir,
la aceituna pequeña es “güeso”,
y si es gorda es “pechín”.

Agua San Marcos,
rey de los charcos,
para mi triguito
que ya está bonito,
para mi cebada
que ya está granada,
para mi melón
que ya tiene flor,
para mi sandía
que ya está florida,
para mi aceituna
que ya tiene una.

Estando en el campo arando
se me torció la besana,
y se me fue enderezando
pensando en mi novia Juana.

El botero, el de la bota,
que la lleva rota,
por el “bujerillo”
se le sale en vino.

(Canción que el trillador cantaba
por la tarde, después del descanso
de la comida, en señal de haber sido
el primero en continuar la jornada)

CANCIONES VARIAS

Amor de mis amores,
amor de mis alpargatas,
cómo quieres que te quiera
si no te limpias las patas.

María si fueras mía
te compraría unas abarcas
pero como no eres mía
te aguantas y vas descalza.

Carrasca, carrasca
que bonita serenata,
carrasca, carrasca
que me estás dando la lata.

Treinta años padeciendo,
un gitano se encontraba,
que se enconó un remiendo
que en el pantalón llevaba.
Le salieron “zaracetas”
en el ala del sombrero,
en la blusa esparabanes
y en el chaleco un uñero.
Un fuerte dolor de muelas
que en el pantalón tenía,
en la camisa viruelas
y en la faja alferecías.

Ya se van los carnavales,
los carnavales se van,
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.

Rosa me puso mi madre
para ser muy desgraciada
que no hay rosa en un rosal
que no sea deshojada.

La zambomba pide pan
y el que la toca tocino,
y el que acompaña a tocar
cuartillo y medio de vino.

La zambomba está preñada
y a de parir en enero,
ha de parir un chiquillo
que se llame zambombero.

Anteanoche, anoche
y ayer mañana
antes de levantarme
estaba en la cama.

¿Te acuerdas cuando me dabas
la mano por la gatera,
y tu padre de coraje
le cortó el rabo a la perra?.

Quítate de esa esquina
so monigote,
no te caiga una teja
y te escogote.
Pues si soy monigote
tú eres muñeca,
que cuando vas al baile
te pones hueca.

Abre María la puerta
que te traigo el aguinaldo
es una patata asada
sopla que viene quemando.

A tu puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que nos sentemos
saca cuatrocientas sillas.

Asómate a la ventana
cara de sardina frita,
que le vas a dar un susto
a las ánimas benditas.

Al entrar a Villarrubia,
lo primero que se ve,
son las ventanas abiertas
y las camas sin hacer.

Al salir del arrabal
echó mi galgo una liebre,
déjala que buena va
que el que la lleva la entiende.

Quisiera echar un cigarro,
por no perder la costumbre,
pero veo que me falta
tabaco, papel y lumbre.

LAS TRES CAUTVAS

A la verde, verde
a la verde oliva,
donde cautivaron
a las tres cautivas.

El pícaro moro
que las cautivó
a la reina mora
se las entregó.

¿Cómo se llamaban
esas tres cautivas?
La mayor Constanza,
la menor Lucía
y la más pequeña
llamaban Rosalía.

¿Qué oficio daremos
a las tres cautivas?

Constanza amasaba,
Lucía cernía,
y la más pequeña
agua les traía.

Fue un día a por agua
a la fuente fría,
se encontró a un anciano
que de ella bebía.
¿Qué haces ahí, buen viejo,
en la fuente fría?
Estoy aguardando
a mis tres cautivas.

Padre, usted es mi padre
y yo soy su hija;
voy a darles parte
a mis hermanitas.

Ya sabes Constanza,
ya sabes Lucía
cómo he visto a padre
en la fuente fría.

Constanza lloraba,
Lucía gemía
y la más pequeña
así les decía:

No llores, Constanza,
no llores Lucía;
en viniendo el moro
nos libertaría.

La pícara mora
que las escuchó
abrió una mazmorra
y allí las metió.

Cuando vino el moro
de allí las sacó
y a su pobre padre
ye las entregó.

EL PRISIONERO

Preso en la cárcel estoy
no siento ruidos de coches,
sin saber cuándo es de día,
sin saber cuando es de noche;
sólo por un pajarillo
que habitaba en una torre,
cuando es de día cantaba,
cuando es de noche se esconde.
Pajarito, tú que vuelas
por el balcón de la Audiencia
dime si has oído leer
el papel de mi sentencia.

ANTOÑITO Y TAMARA

El Conde tenía un hijo
que Antoñito se llamaba
y un día por la mañana
se enamoró de su hermana.

Viendo que no podía ser
cayó malito en la cama,
ya sube su padre a verlo
Domingo por la mañana.

¿Qué tienes hijito mío
qué tienes, hijo del alma?
Una calentura, padre,
que el corazón me abrasa.

¿Quieres que te mate un ave,
de esas que vuelas por casa?
Mátemela usted, padre,
que me la suba mi hermana.

Que me la suba ella sola,
y ella sola y sin compaña,
pues que si compaña trae
mis penas serán dobladas.

Como era tiempo de verano,
ella sube en enaguas blancas,
con el platito en la mano
con el ave bien guisada.

Al oírla de subir,
como un león se tiraba.
La cogió de la cintura,
la tiró sobre la cama.

Del cielo baje el castigo
de la tierra la venganza.
Mi padre tuvo la culpa
que sea yo desgraciada.

Por Dios te pido hermanito,
hermanito de mi alma,
que en un corrillo de mozos
no digas que estoy lograda.

Estando un día cosiendo,
su padre la remiraba.
Padre, ¿Qué me miras tanto,
qué me miras a la cara?

Hija de mi corazón,
yo no te miro a la cara,
que en el vuelo del vestido
pareces mujer casada.

Padre, no me digas eso,
mira que me pongo mala;
llamaron a los doctores,
y a los mejores de España.

Uno la miró de pie,
otro la miró sentada:
y el que la vio de pie,
dijo: está embarazada.

A eso de los nueve meses,
el niño en la cuna estaba,
y por nombre le pusieron
hijo de hermano y hermana.

LAS ZARANDILLEJAS

Esto eran dos hermanas,
las zarandillejas,
que se iban a acostar
Zarandillo y andillo,
Zarandillo y andá.
Y le dice la más grande
a la más pequeña
gente hay en el corral
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.
Coge la chica el garrote
y el candil para alumbrar
zarandillo y andillo,
Zarandillo y andá.
Miraron todos los rincones,
rincones y “rinconás”
zarandillo y andilla,
zarandillo y andá.
Y en el rincón más oscuro
allí estaba el sacristán,
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.

¿Qué hace por aquí, don Pedro,
qué hace “usté” aquí en el corral?
Zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.
La chica le pega palos,
la grande le pega más,
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.
Ya le sonaban los “güesos”
como nueces en costal,
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.
Le cogieron de las “patas”
lo tiran a otro corral,
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.
A otro día las campanas
doblan por el sacristán,
zarandillo y andillo,
zarandillo y andá.

CANCIONES RELIGIOSAS

Los pastores no son hombres
que son ángeles del cielo,
que en el parto de María
ellos fueron los primeros.

Cuatro esquinitas
tiene mi cama,
cuatro angelitos
que me acompañan.
San Juan, San Pedro,
San Lucas, San Mateo,
Y el niño Jesús en medio.

Venid y vamos todos
con flores a María,
con flores a porfía
que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes
Purísima doncella,
más que la luna bella
postrados a tus pies.

Alabado sea el Santísimo,
Sacramento del Altar,
y la Virgen concebida
sin pecado original.

Al rosario de la aurora, no puedo ir,
porque me esperan las migas
y el vino para consumir.

El demonio a la oreja,
te está diciendo,
no vayas a rosario, sigue durmiendo.
que viva María, que muera el pecado,
y Jesús será siempre glorificado.

Como soy tan chiquitito,
y tengo tan poca voz,
no me canso de decir
viva la Madre de Dios.

Como soy tan chiquitito,
y no alcanzo al Altar,
este ramito de flores
te lo vengo a regalar.

Vamos niños al Sagrario
que Jesús llorando está,
pero viendo tantos niños
muy contento se pondrá.

No llores Jesús, no llores,
que nos vas hacer llorar,
que los niños de este pueblo
te queremos consolar.

BARCAROLA

Delicia de Villarrubia,
Santuario sin igual,
es la Virgen de la Sierra
la que debemos amar.
Ella en mi niñez
mis pasos guió,
por eso desde niño
siempre la quise yo.
Es la Virgen de la Sierra
dulce faro de la mar,
es el amor de mi alma
desde que yo supe amar.
Por ella daré
mi vida y salud
que es fuente inagotable
de divina virtud.
Es norte, guía y consuelo
en bonanza y tempestad,
es mar de dulzura lleno
y océano de bondad.
Milagro de Dios
quien vive sin Tí,
oh, Virgen de la Sierra
tened piedad de mí.
Desde esa sierra bendita,
do está tu solio inmortal,
acuérdate, madre mía,
de nuestros campos regar.
Oh, pueblo sin par,
qué rico y feliz
serás con la joya
que solo se halla en Tí.

HIMNO A LA VIRGEN DE LA SIERRA

Viva la Virgen nuestra Patrona,
que en Villarrubia tiene Su Altar,
y Reina siempre, triunfante en Cristo,
en nuestro pueblo noble y leal. Siempre seremos Tus fieles hijos,
nuestra abogada siempre serás,
y con Tu ayuda perpetua siempre,
derrotaremos a Satanás.

ROGATIVA A LA VIRGEN DE LA SIERRA

Virgen de la Sierra,
palomita blanca,
échanos el agua,
que nos hace falta.

Las siembras se secan,
las hierbas no nacen,
y los corderillos
se mueren de hambre.

Agua Virgen Pura,
agua Virgen Santa,
échanos el agua,
que nos hace falta.

Virgen de la Sierra
que haremos Dios mío,
no tendremos pan
para nuestros niños.

SUBIR CON ALEGRÍA

Cuando de mi Patrona,
voy a la ermita.
Se me hace cuesta abajo
la cuesta arriba.
Y cuando bajo, lerén,
y cuando bajo.
Se me hace cuesta arriba;
la cuesta abajo.

CANCIONES DE LA JOTA Y DEL FANDANGO

Si a la Virgen de la Sierra,
se la llevan a Madrid,
todos los villarrubieros,
nos vamos allí a vivir.

En Villarrubia, hay tres cosas,
de gran fama en esta tierra:
Las mujeres y el fandango,
y la Virgen de la Sierra.

Villarrubia es un rosal,
dicen los villarrubieros,
y la Virgen de la Sierra,
es el capullo primero.

A la Virgen de la Sierra,
le gusta mucho el fandango,
y no lo puede bailar
porque tiene al niño en brazos.

Patrona de Villarrubia,
tienes tu ermita en la sierra,
entre tomillo y romero
por eso estás tan morena.

Desde el alto «Marañosa»,
brillantes se ven dos luces:
son, la Virgen de la Sierra,
y la Virgen de las Cruces.

Cantaba un villarrubiero,
en los altos de Barrera,
por allí viene mi novia,
con la Virgen de la Sierra.

Mi pueblo tiene una joya,
que no la tiene Madrid,
y es la Virgen de la Sierra
su Celestial Querubín.

SAN ANTONIO Y LOS PAJARITOS

Divino Antonio precioso
suplicar a Dios inmenso
“pa” que su gracia divina
alumbre mi entendimiento.

Para que mi lengua
refiera el milagro
que en el huerto obraste
de edad de ocho años.

desde niño fue nacido
con mucho temor de Dios,
de sus padres estimado
y del mundo admiración.

Fue caritativo
y perseguidor
de todo enemigo
con mucho rigor.

Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente
que mantenía su casa
con el sudor de su frente.

Y tenía un huerto
donde recogía
cosechas y frutos
que el tiempo traía.

Por la mañana un domingo
como siempre acostumbraba
se marchó su padre a misa,
cosa que nunca olvidada.

Y le dice a Antonio:
ven acá, hijo amado,
escucha, que tengo
que darte un recado.

Mientras que yo estoy en misa
gran cuidado has de tener,
mira que los pajaritos
todo lo echan a perder.

Entran en el huerto.
pican el sembrado,
por eso te encargo
que tengas cuidado.

Ya se ausentó su padre
y a la iglesia se marchó,
Antonio quedó cuidando
y a los pájaros llamó.Venid, pajaritos,
no entrar al sembrado
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado.

Para que mejor yo pueda
cumplir con mi obligación
voy a encerrarlos a todos
dentro de esta habitación.

Y a los pajaritos
entrar les mandaba,
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban.

Y al ver venir su padre
a todos mandó callar,
llegó su padre a la puerta
y comenzó a preguntar.

Dime, hijo amado,
¿Qué tal, Antoñito,
si has cuidado bien
de los pajaritos?.

Antonio le dice así:
padre, no tengas cuidado,
para que no hicieran mal,
todos los tengo encerrados.

Y el padre que vio
milagro tan grande,
al señor obispo
trató de avisarle.

Ya viene el señor obispo,
con grande acompañamiento,
todos quedaron absortos
al ver tan grande portento.

Abrieron ventanas,
puertas a la par,
por ver si las aves
querían marchar.

Y Antonio les dice a todos:
señores, nadie se agravie,
los pájaros no se marchan
hasta que yo no lo mande.

Se puso en la puerta
y les dice así:
vaya, pajaritos,
ya podéis salir.

Salgan cigüeñas, con orden,
águilas, grullas y garzas,
gavilanes, avutardas,
lechuzas, mochuelos, grajas.

Salgan las urracas,
tórtolas, perdices,
palomas, gorriones,
y las codornices.

Salga el cuco y el milano,
canarios y ruiseñores,
salgan las cogujadas,
golondrinas y verderones.

Al instante que salieron
todas juntas se disponen
escuchando a San Antonio
para ver lo que dispone.

Antonio les dice:
no entréis al sembrado
«marcharos» por montes,
riscos y los prados.

Al tiempo de alzar el vuelo
cantan con dulce alegría,
despidiéndose de Antonio
y toda su compañía.

El señor obispo,
al ver tal milagro,
por diversas partes
mandó publicarlo.

Árbol de grandiosidades,
fuente de caridad,
depósito de bondades,
padre, dime esta piedad.

Antonio divino
por tu intercesión
todos merecemos
la eterna mansión.

LAS DOCE “PALABRITAS” DICHAS Y RETORNADAS

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la una:
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la dos:
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la tres:
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la cuatro:
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la cinco:
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
dichas y “retornadas”,
dime la seis:
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
dichas y “retornadas”,
dime la siete:
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
dichas y “retornadas”,
dime la ocho:
los ocho dolores,
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
dichas y “retornadas”,
dime la nueve:
los nueve meses,
los ocho dolores,
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
dichas y “retornadas”,
dime la diez:
los diez mandamientos,
los nueve meses,
los ocho dolores,
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la once:
las once mil vírgenes,
los diez mandamientos,
los nueve meses,
los ocho dolores,
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

De las doce “palabritas”
Dichas y “retornadas”,
dime la doce:
los doce apóstoles,
las once mil vírgenes,
los diez mandamientos,
los nueve meses,
los ocho dolores,
los siete Sacramentos,
las seis Candelas,
las cinco llagas,
los cuatro Evangelistas,
las tres personas
de la Santísima Trinidad,
las dos tablas de Moisés,
donde Cristo nuestro bien
puso los pies,
La una, la que parió
En Belén la Virgen Pura.

HUIDA DE EGIPTO

Caminan de Belén
José, María y el Niño,
temiendo a Herodes perverso,
iban huyendo hacia Egipto.

Y cuando iban andando,
al primer labrador vieron
María le preguntaba:
¿Labrador qué estás haciendo?

Y el labrador dice:
Señora, sembrando
unas pocas piedras
para el otro año.

Y así fue la multitud
que el Señor le echó de piedras
que se le puso el marjar
que parecía una sierra.

Este fue el castigo
que Dios le mandó
sembrando centeno
a este labrador.

Andando más adelante
y a otro labrador que vieron
le preguntaba María:
labrador ¿Qué estás haciendo?

Y el labrador dice:
Señora, sembrando,
un poco de trigo
para el otro año.

Venir mañana a segarlo
sin ninguna detención,
que este favor os lo ha hecho
el Divino Redentor.

Y si por nosotros
vienen preguntando,
diréis que nos viste
estando sembrando.

El labrador con gran fe,
fue por la noche a su casa,
contándole a su mujer
todito lo que pasaba.
Buscaron peones
y a otro día fueron
a segar el trigo
que ya estaba seco.

A otro día de mañana
los segadores buscaban
para segar aquel trigo
que de seco se pasaba.

Estando segando el trigo
llegaron dos a caballo,
por una mujer y un niño
y un viejo van preguntando.

Y el labrador dice:
cierto es que lo ví,
estando sembrando
pasar por aquí.

Uno a otro se miraban,
cien mil reniegos se echaron
porque no podían lograr
el intento que llevaron.

El intento era
de meterlos presos
para presentar al Niño
a Herodes perverso.

LA VIRGEN Y EL CIEGO

La Virgen va caminando,
caminando hacia Belén;
como el camino era largo
el niño tenía sed.
Y allí arribita, arribita,
hay un huerto naranjel
que lo guarda un pobre ciego,
pobre ciego que no ve.
Ciego déme usted una naranja
para el niño de beber
pase usted, señora y coja
las que sea menester.
La Virgen fue tan humilde
que solo ha cogido tres,
y el niño, como era niño,
todas las que ría coger.
Una le ha dado a su Hijo amado,
y otra le dio a san José,
y otra se quedó en la mano
para la Virgen oler.
No habían dado cuatro pasos
y el ciego empezó a ver.
¿Quién ha sido esa Señora
que me ha hecho tanto bien?
Ha sido la Virgen María
y su esposo san José.

Ciudad Real, febrero de 2007
Fabián Martínez Redondo

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