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Castilla-La Mancha mantiene el cierre perimetral de la comunidad autónoma, que se levanta del 23 de diciembre al 6 de enero para la entrada y salida de familiares y allegados. El inicio del toque de queda se retrasa hasta las 0.30 en las noches del 24 y el 31 de diciembre ―se mantiene el toque de queda de 0.00 a 6.00 el resto de los días―, pero solo para volver al domicilio, no para desplazarse a otras reuniones, según el decreto publicado el día 23.
Los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero se pueden celebrar encuentros de un máximo de 10 personas que no sean convivientes ―menores incluidos―. Estas reuniones han de ser en el entorno privado, pues en restaurantes y locales de restauración la limitación continúa siendo de seis personas, al igual que el resto de los días. El Gobierno regional ha recomendado que, como mucho, sean de dos burbujas, y ha advertido que si no se respetan las restricciones en Nochebuena y Navidad, se endurecerán para Nochevieja y Año Nuevo.
Todos los municipios de la comunidad se encuentran en el nivel 2 de restricciones, salvo 27 municipios en el nivel 3. En estos últimos, se establece el cierre de bares, pubs, cafeterías, establecimientos de restauración y similares a las 23.00.
En cuanto a las residencias de mayores, las visitas siguen prohibidas, pero sí se permiten salidas de los usuarios entre el 23 de diciembre y el 7 de enero, siempre que estén en centros libres de covid-19 en los últimos 14 días. El residente no debe presentar sospecha de coronavirus y solo puede salir a una única vivienda. La vuelta a la residencia no podrá realizarse antes del 7 de enero y deberá hacerse una prueba PCR a su regreso y mantenerse en aislamiento. Los mayores de residencias que se encuentren en municipios con nivel 3 de medidas especiales, no podrán salir.
