En el corazón de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, entre los municipios de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, se encuentra el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Este humedal histórico, declarado parque nacional el 28 de junio de 1973, es el más pequeño de España, con una extensión de tan solo 3.030 hectáreas.
Las Tablas de Daimiel representan uno de los ecosistemas acuáticos más importantes del país. Este parque es hogar de más de 2.000 especies de plantas, aves, insectos, peces y reptiles, convirtiéndolo en un refugio vital para la biodiversidad. La riqueza de su flora y fauna es un testimonio de la importancia de los humedales en la conservación de la naturaleza.
El paisaje del parque está dominado por un humedal que recibe agua del río Guadiana y su afluente, el río Cigüela. Sin embargo, este ecosistema se encuentra en un estado alarmante debido a la sobreexplotación de los acuíferos. La pérdida de agua ha llevado a que solo 115 hectáreas de la superficie original del humedal permanezcan inundadas, gracias a la existencia de pozos artificiales de emergencia.
Este es el parque nacional más pequeño de España
El paisaje del parque está dominado por un humedal que recibe agua del río Guadiana y su afluente, el río Cigüela.
09/05/2025 a las 07:000

En el corazón de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, entre los municipios de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, se encuentra el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Este humedal histórico, declarado parque nacional el 28 de junio de 1973, es el más pequeño de España, con una extensión de tan solo 3.030 hectáreas.
Las Tablas de Daimiel representan uno de los ecosistemas acuáticos más importantes del país. Este parque es hogar de más de 2.000 especies de plantas, aves, insectos, peces y reptiles, convirtiéndolo en un refugio vital para la biodiversidad. La riqueza de su flora y fauna es un testimonio de la importancia de los humedales en la conservación de la naturaleza.
El paisaje del parque está dominado por un humedal que recibe agua del río Guadiana y su afluente, el río Cigüela. Sin embargo, este ecosistema se encuentra en un estado alarmante debido a la sobreexplotación de los acuíferos. La pérdida de agua ha llevado a que solo 115 hectáreas de la superficie original del humedal permanezcan inundadas, gracias a la existencia de pozos artificiales de emergencia.
La historia de las Tablas de Daimiel está marcada por su lucha contra la desecación. A pesar de ser una zona de especial protección para las aves (ZEPA) e integrar una parte de la Reserva de la Biosfera La Mancha Húmeda, el parque enfrenta desafíos significativos. La sobreexplotación de los acuíferos ha causado un daño irreversible en algunas áreas, poniendo en peligro la supervivencia del humedal.
El parque nacional de las Tablas de Daimiel no solo es un refugio para la biodiversidad, sino también un lugar de interés cultural y científico. Los estudios realizados en el parque han proporcionado valiosa información sobre la ecología de los humedales y la importancia de su conservación. Además, el parque es un destino popular para los amantes de la naturaleza y los observadores de aves, quienes pueden disfrutar de la belleza y la diversidad de este ecosistema único.
La gestión del parque es compartida entre el Ministerio de Medio Ambiente y la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Esta colaboración es esencial para la protección y conservación del parque, asegurando que se mantenga como un refugio para la biodiversidad y un recurso educativo y recreativo para las generaciones futuras.
A pesar de su tamaño reducido, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel desempeña un papel crucial en la conservación de los humedales en España. Su importancia ecológica y su belleza natural lo convierten en un tesoro nacional que debe ser protegido y preservado para las generaciones futuras.