El Fandango de Villarrubia se pondrá en valor en FITUR 2020 de Madrid, como eje de promoción de los recursos turísticos locales

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Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) presentará  el 25 de enero en la Feria Internacional del Turismo de Madrid, FITUR 2020, su gran oferta turística, con especial protagonismo este año de una pieza folclórica muy conocida su “fandango de Villarrubia”.

Coincidiendo con la celebración del Día de Ciudad Real en el stand de Castilla-La Mancha, el alcalde Miguel Angel Famoso, el concejal de Turismo Amancio Párraga;  y representantes de la Agrupación Folklórica Señora de la Sierra, con su presidenta Loli Cañadilla al frente, subirán al escenario para dar valor a nivel internacional al fandango de Villarrubia de los Ojos, pieza artística clave en la cultura villarrubiera, pieza maestra del folklore y la más emblemática.

Los asistentes al acto de FITUR podrán conocer, a través de un video promocional realizado hace años, que se proyectará al inicio, el fandango y los recursos turísticos, medioambientales y gastronómicos de Villarrubia de los Ojos, así como la interpretación en directo del mismo por parte de la Agrupación villarrubiera, compuesta por más de 35 miembros.

“Podemos destacar la dificultad de su cante, la sincronía y en la variedad de los acordes de su música y la elegancia de sus pasos. Es único en su categoría. Se encuadra en el tronco de los fandangos manchegos. El origen del Fandango de Villarrubia es completamente desconocido, sin embargo, viene ligado a la historia de nuestro pueblo desde sus comienzos”, según dice Loli Cañadilla.

El Fandango de Villarrubia, cumple con la normativa métrica (copla de 4 o 5 versos octosílabos, repitiendo alguno) y con la ortodoxia musical en la rueda de los acordes. No es fácil encontrar un arranque de cuerda tan enérgico, poderoso y firme; ni un oleaje melódico adornado con sorpresas de trinos y campanilleos, ni remansos vaivenes que mejor acunen el difícil fraseo del cantor del Fandango de Villarrubia.

Su  exclusiva coreografía es de tal belleza plástica que han sido muchos los grupos de la región los que lo han incorporado en su repertorio. Costumbre era el bailarlo en las fiestas más importantes o en la celebración de alguna boda o bautizo, ejecutado  tal vez  por los convidados una vez terminado el convite, o quizás  por algunas  personas que  llamadas  a propósito, deleitaban a  los allí presentes con  la música de sus guitarras o laúdes y sus bailes.

También era tradicional bailarlo en las cuadrillas de vendimiadores y aceituneros, cuando iban por temporada a las quinterías, en el tiempo de descanso al finalizar la jornada, y a la luz del clásico candil, formar bailes al son de cualquier instrumento. La  coreografía  de este fandango es muy singular, a los acordes de guitarras, bandurrias, y laúdes  lo bailan las  parejas formando grupos de cuatro. Especial  atención merecen  la dificultad de sus pasos, la elegancia de su música y la singularidad de su cante.

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