DificultadPrincipiante
Productos1 Persona
Tiempo de preparación1 hr
 150 grs harina de almortar
 1 l de agua (aprox.)
 150 grs de panceta
 3 ajos
 1 cucharadita de pimentón
 1 cucharaditade alcaravea
 guindillas (para la guarnición)
 sal
 pimienta negra
Tomamos nota de las gachas de harina de almorta (si la encontramos) tradicionales de la gastronomía manchega, sólo será necesario añadir una buena panceta y algunas especias, Alejandro nos lo explica a continuación.
1

Ponemos una sartén al fuego y freímos la panceta a fuego medio-bajo para que vaya soltando su grasa. Retiramos la panceta a un plato, aplastamos los ajos y los echamos a la misma sartén para que se frían un poco y dejen su aroma en la grasa que ha dejado la panceta.

2

Añadimos el pimentón y retiramos la sartén del fuego a fin que no se queme. Damos unas vueltas e incorporamos la harina de almortas, seguimos moviendo la harina con una espátula o cuchara de madera, se formará una pequeña «farsa». Cocinaremos un par de minutos para quitarle el sabor a crudo.

3

A continuación echamos el agua poco a poco y vamos dando vueltas. Ponemos a punto de sal y pimienta. Tenemos que cocinar las gachas a fuego lento dando vueltas continuamente hasta que suelte el aceite, es decir, hasta que observemos que el aceite o grasa suba a la superficie. Esta operación puede tardar de 25 a 35 minutos. Lo importante es tener paciencia. Más o menos a mitad de la cocción pondremos la alcaravea.

4

Una vez que hayan soltado el aceite, vertemos las gachas manchegas en una cazuela y añadimos los trozos de panceta. También podemos comerlas desde la misma sartén, añadiendo a ésta la panceta a trozos y comer a «cucharón y paso atrás». Eso sí, hay que hacerse con un buen pedazo de pan y unas guindillas. Un vino tinto de La Mancha…..y listo.

Ingredientes

 150 grs harina de almortar
 1 l de agua (aprox.)
 150 grs de panceta
 3 ajos
 1 cucharadita de pimentón
 1 cucharaditade alcaravea
 guindillas (para la guarnición)
 sal
 pimienta negra

Instrucciones

Tomamos nota de las gachas de harina de almorta (si la encontramos) tradicionales de la gastronomía manchega, sólo será necesario añadir una buena panceta y algunas especias, Alejandro nos lo explica a continuación.
1

Ponemos una sartén al fuego y freímos la panceta a fuego medio-bajo para que vaya soltando su grasa. Retiramos la panceta a un plato, aplastamos los ajos y los echamos a la misma sartén para que se frían un poco y dejen su aroma en la grasa que ha dejado la panceta.

2

Añadimos el pimentón y retiramos la sartén del fuego a fin que no se queme. Damos unas vueltas e incorporamos la harina de almortas, seguimos moviendo la harina con una espátula o cuchara de madera, se formará una pequeña «farsa». Cocinaremos un par de minutos para quitarle el sabor a crudo.

3

A continuación echamos el agua poco a poco y vamos dando vueltas. Ponemos a punto de sal y pimienta. Tenemos que cocinar las gachas a fuego lento dando vueltas continuamente hasta que suelte el aceite, es decir, hasta que observemos que el aceite o grasa suba a la superficie. Esta operación puede tardar de 25 a 35 minutos. Lo importante es tener paciencia. Más o menos a mitad de la cocción pondremos la alcaravea.

4

Una vez que hayan soltado el aceite, vertemos las gachas manchegas en una cazuela y añadimos los trozos de panceta. También podemos comerlas desde la misma sartén, añadiendo a ésta la panceta a trozos y comer a «cucharón y paso atrás». Eso sí, hay que hacerse con un buen pedazo de pan y unas guindillas. Un vino tinto de La Mancha…..y listo.

Notes

Gachas manchegas