En una semana se generalizará la campaña de la aceituna en la región. Cooperativas Agroalimentarias prevé un mal año, como ha ocurrido con el cereal y la uva, debido a la sequía y la escasez de lluvias. En el conjunto de España se espera una merma de hasta el 48% con respecto a la última campaña.

Se estima una campaña corta, que podría rondar los 94.000 toneladas en la región, muy lejos de las 127.000 toneladas que se produjeron en la campaña anterior o las 182.000 toneladas de 2018. Ciudad Real es la provincia con mayor producción, con 45.000 toneladas (-20,5% menos); seguida de Toledo con 36.000 toneladas (-27,9% menos); Albacete con 9.500 toneladas (-37,1% menos); Cuenca con 3200 toneladas (-26,9% menos) y Guadalajara con 900 toneladas (-31,1% menos).

En cooperativas como «El Progreso» de Villarrubia de los Ojos se anuncia la cosecha temprana de arbequina, sobre el 14 de noviembre, tras los primeros muestreos. Se prevé una producción de 5 a 6 millones de kilos, un 40% menos que el año pasado, según el presidente Jesús Julián Casanova.

Aunque, según el portavoz de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agroalimentarias, Gregorio Gómez, se espera muy buena calidad. Un año atípico, por la falta de precipitaciones, las que se anuncian, asegura llegarán tarde para engordar el fruto que apenas tiene fuerza y peso. Habrá que ver sobre el terreno cómo va a reaccionar, cuando llegue el frio.

Precios del aceite, al alza

Con respecto al precio, es previsible que suba, en esta campaña corta; va a depender de la oferta y la demanda pero considera que los consumidores no deben alarmarse, porque no habrá problemas de abastecimiento. Recalca que el consumo por persona es bajo en nuestro país y con las 800.000 toneladas que se esperan a nivel nacional es más que suficiente; «aceite no va a faltar» añade Gómez.

Las salidas al mercado de aceite acumuladas durante esta campaña (hasta el mes de agosto) con 1.523.000 toneladas suponen un récord absoluto de comercialización, superando los datos de la campaña pasada que obtuvo el mejor dato histórico.

Los representantes de las cooperativas oleícolas han analizado las repercusiones del incremento del precio de los inputs y de la energía. Los costes se han multiplicado por 4 en el último año y esto va a repercutir directamente en las almazaras, que concentran la mayor parte del coste energético en los meses de entrega de la aceituna, de octubre a enero fundamentalmente. Con una cosecha muy escasa, los mayores gastos absolutos energéticos y de elaboración, se repercuten sobre una menor producción y, por tanto, el coste unitario por kg de aceite producido se incrementará notablemente.